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Los ángeles son superiores a los seres humanos
y fueron dotados de una gran inteligencia. Dios concedió a los
ángeles voluntad propia y libre albedrío. Adán retuvo esta libertad
de acción, pero los ángeles renunciaron a ella y entregaron su
voluntad al creador. Los ángeles que decidieron retener el libre
albedrío, no tardaron en caer en la tentación de pecar. Cometieron,
el pecado del orgullo y provocaron con ello la ira de Dios. Estos
son los ángeles caídos, que se convirtieron en demonios.
Hay dos pasajes
en el Nuevo
Testamento que
hacen referencia
a "ángeles
caídos," pero
ninguno de los
dos sirve de
base para la
idea de que el
diablo es un
ángel que se
rebeló contra
Dios y fue
arrojado del
cielo a la
tierra, donde ha
plagado a la
humanidad desde
entonces.
Estos pasajes son los siguientes:
"Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que
arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para
ser reservados al juicio...sabe el Señor librar de tentación a los
piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día
del juicio." (2 Pedro 2:4 y 9)
"Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron
su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones
eternas, para el juicio del gran día." (Judas v. 6)
Hay que notar los siguientes puntos:
Estos pasajes no dicen que los ángeles estaban en el cielo.
Los ángeles no fueron arrojados a la tierra sino "al infierno," a
"prisiones de oscuridad."
No quedaron en libertad para ir adonde quisieran y causar problemas
a la humanidad, sino que fueron condenados a "prisiones eternas." |
No se menciona ni al diablo, ni a Satanás.
Una vez más, es evidente que estos versículos no dan ningún apoyo al
concepto del diablo como ángel caído; posiblemente aluden al castigo
impuesto a los revoltosos Coré, Datán y Abiram en días de Moisés,
cuando la tierra se abrió y se los tragó vivos (ver Números 16:30).
(En más de cien pasajes de la Biblia, las palabras hebrea y griega
que se traducen "ángel" se refieren a hombres y no a los ángeles
celestiales de Dios.)
"La serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás"
Esta es una cita tomada de Apocalipsis 12:9. Sin duda alguna, muchas
de las ideas comúnmente aceptadas acerca del diablo se han derivado
de este solo versículo y de su contexto, que es como sigue: "Después
hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban
contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no
prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.
Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se
llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado
a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él" (Apocalipsis
12:7-9).
Si esta descripción se leyera como historia literal, daría una base
para el punto de vista tradicional acerca del origen del diablo y
Satanás.
Pero el Apocalipsis mismo establece claramente que estas palabras no
están destinadas a ser tomadas en sentido literal o histórico.
Es más, a Juan se le dijo que lo que le sería revelado tendría que
ver con los acontecimientos desde su propio tiempo en adelante.
El primer versículo del capítulo 1 se lee como sigue:
"La
revelación de Jesucristo, que
Dios le dio, para manifestar a
sus siervos las cosas que deben
suceder pronto."
En
el versículo 1 del capítulo 4,
Juan recibe la siguiente
invitación: "Sube acá, y
yo te mostraré las cosas que
sucederán después de
estas." La revelación
(este es el significado de la
palabra griega
"Apocalipsis") fue
dada por Jesús a Juan para
manifestar a los siervos de Dios
los detalles de los eventos que
tendrían lugar a partir del
siglo primero de la era
cristiana hasta la venida de Jesús
y el establecimiento del reino
de Dios en la tierra; también
da un vistazo a la eternidad
subsecuente. Así que es
altamente improbable que el capítulo
12 se refiera a acontecimientos
que supuestamente tuvieron lugar
antes de la creación. Por otra
parte, el libro en su totalidad
está redactado en un lenguaje
sumamente figurado o simbólico.
Esto es obvio cuando leemos el
capítulo 12.
El primer
versículo
describe a "una
mujer vestida
del sol, con la
luna debajo de
sus pies.
" Luego aparece
la descripción
del diablo y
Satanás: "un
gran dragón
escarlata, que
tenía siete
cabezas y diez
cuernos, y en
sus cabezas
siete diademas;
y su cola
arrastraba la
tercera parte de
las estrellas
del cielo, y las
arrojó sobre la
tierra" (vv. 3 y
4).
¿Es ésta la
descripción de
una criatura
literal? ¡Claro
que no! Todo
esto es lenguaje
simbólico, y más
adelante en el
transcurso de la
revelación
algunos de los
símbolos son
interpretados
para beneficio
nuestro: "Esto,
para mente que
tenga sabiduría:
Las siete
cabezas son
siete montes...y
son siete
reyes...Y los
diez cuernos que
has visto, son
diez reyes, que
aún no han
recibido reino"
(Apocalipsis
17:9-12).
Es evidente que
el dragón es
pura y
simplemente una
criatura
simbólica.
También es
evidente que
simboliza un
sistema
político, y no
es difícil
demostrar que
las diferentes
bestias del
Apocalipsis
representan el
poder del
imperio romano,
que era el gran
adversario de
los cristianos.
En este mismo
libro, los
cristianos de
Esmirna
recibieron la
siguiente
advertencia: "He
aquí, el diablo
echará a algunos
de vosotros en
la cárcel, para
que seáis
probados"
(Apocalipsis
2:10).
Eran las
autoridades
romanas las que
echaban a los
cristianos en la
cárcel.
Sin duda alguna,
Pedro también se
refería a las
autoridades
romanas
perseguidoras
cuando escribió:
"Sed sobrios, y
velad; porque
vuestro
adversario el
diablo, como
león rugiente,
anda alrededor
buscando a quien
devorar" (1
Pedro 5:8).
¿Por qué fue
simbolizado este
poder político
por medio del
diablo y Satanás
y la serpiente
antigua? Porque
estos
representan los
designios de la
carne, y cuando
hombres
motivados por
los designios de
la carne se
oponen a los
siervos de Dios,
actúan en la
misma forma que
la serpiente en
el principio.
Un ejemplo
típico son
aquellos que se
opusieron a
Cristo cuando
predicaba el
evangelio en
Israel.
El dijo a los
escribas y
fariseos:
"¡Serpientes,
generación de
víboras! ¿Cómo
escaparéis de la
condenación del
infierno?"
(Mateo 23:33).
En otra ocasión
les dijo:
"Vosotros sois
de vuestro padre
el diablo, y los
deseos de
vuestro padre
queréis hacer.
El ha sido
homicida desde
el principio, y
no ha
permanecido en
la verdad,
porque no hay
verdad en
él...es
mentiroso, y
padre de
mentira" (Juan
8:44).
En ambos pasajes
Jesús se refería
claramente a la
serpiente del
Edén, cuya
mentira sembró
la semilla del
pecado y condujo
a la condenación
y muerte del
hombre.
Todos aquellos
que en forma
similar obran en
contra de Dios
son, en sentido
figurado,
descendientes de
la serpiente, o
su "simiente,"
usando la
expresión de
Génesis; y están
destinados a ser
destruidos por
Cristo, la
simiente de la
mujer (Génesis
3:15).
En todo esto
tenemos un
lenguaje
simbólico
firmemente
basado en los
hechos que
ocurrieron en el
Edén, donde por
primera vez el
hombre se opuso
a Dios y el
pecado apareció
en el mundo, no
a causa de un
monstruo
inmortal, sino
por medio del
hombre mismo,
instigado por la
serpiente.
No necesitamos
buscar más allá
de la raza
humana para
encontrar al
diablo y
Satanás.
En la raza
humana tenemos
este poder del
pecado en
nuestro propio
corazón y, a
nuestro
alrededor, en
otros
individuos, en
comunidades y
sociedades, y en
las autoridades
humanas, tanto
civiles como
eclesiásticas.
Todo este poder
maligno está
destinado a ser
destruido por
Cristo.
Capitulo II
Satanás y sus
seguidores
causan todo el
mal de la
tierra.
Él una vez fue
el ángel más
perfecto de
Dios, el
querubín más
hermoso de
todos.
Él era tan
espectacular que
consideró, que
se le adorase
igual que a
Dios. Para
alcanzar sus
propósitos se
fijó en Adán y
Eva.
Él sabía que
cuando la tierra
se llenara de
gente, estas
personas
adorarían a
Dios. Pero él
quería esta
adoración solo
para él.
Usó el disfraz
de una serpiente
para engañar a
Eva y que
desobedeciera a
Dios.
Cuando él le
habló a ella,
acusó a Dios de
mentirle a ella
y Adán.
Él acusó a Dios
de negarles el
Conocimiento a
ellos.
Esta fue la
primera mentira
y por esto se
convirtió en
Diablo, que
significa
"calumniador o
difamador", y en
Satanás, que
significa,
"opositor".
(Antes de
convertirse en
"opositor, a
Satanás se le
conocía como,
Lucifer, que
significa; "El
que da
Luz","Estrella
de la Mañana", "
La más brillante
del cielo".
En algunos
escritos se le
identificaba con
la estrella de
Venus, que es el
astro de la
mañana.) Desde
entonces Satanás
compite con Dios
por que los
humanos lo
adoren.
Él es la
tentación para
que toda la
humanidad actúe
mal y se alejen
de Dios.
Se sabe que
tentó a Jesús
(Mateo 4:8-9).
Satanás puede
aparecer como
Ángel de Luz (II
Corintios
11:14).
En el Islam a
Satanás se le
conoce como
Iblis.
También se le
conoce como, "El
Gran
Dragón"(Revelación
12:3, 7-9).
Se ha pensado
que Dios esta
usando a
Satanás, como
herramienta,
para que la
humanidad llegue
a la perfección
a través de las
tentaciones.
Dios sabe que al
final la
humanidad
triunfará sobre
Satanás y
alcanzaran la
perfección.
Algunos títulos
de Satanás son;
Ángel de la
Maldad, Padre
dela Mentira,
Príncipe de las
Tinieblas, Dios
del bajo Mundo,
Príncipe de los
Espíritus
Malignos,
Guardián del
Infierno.
Otros nombres de
Satanás son;
Beliar, Belcebú
y Mastema.
El equivalente
femenino de
Satanás es,
Leviathan.
Capitulo III....Luz
y oscuridad.
No puede haber
una comprensión
real de los
seres
celestiales sin
abordar el tema
de los ángeles
caídos. Hay
opiniones
diferentes en
cuanto a lo que
pudo ocurrir en
el pasado para
que algunos
ángeles cayeran,
pero lo
indiscutible es
la persistencia
con la que esta
idea ha surgido
en casi todos
los sistemas de
creencias del
planeta.
El cristianismo
y el judaísmo
tienen a
Satanás, a
Lucifer y, según
las diversas
sectas, un
sinnúmero de
ángeles caídos.
El Islam tiene
su Eblis o
Shaytan, como se
le llama a
veces, obvio
equivalente de
Satanás.
Lucifer, dice
una tradición,
era uno de los
siete grandes
arcángeles de
nuestro sistema
solar, que
actuaba como
custodio del
planeta Venus.
Dios pidió un
voluntario,
entre sus
principales
ángeles, que
estuviera
dispuesto a
descender a la
tierra para
fortalecer la
resolución
espiritual de la
humanidad
mediante una
tentación
constante.
Lucifer se
ofreció para la
tarea. A pesar
de sus amorosas
intenciones, con
el correr de los
siglos nuestra
mente fue
identificando
poco a poco a
Lucifer con el
demonio, en vez
de verlo como un
aspecto de Dios
que nos ayuda a
crecer.
“El demonio me
llevó a hacerlo”
es una excusa
tentadora para
justificar
cualquier cosa,
nos hemos dejado
cegar por ella,
al punto de
retratar a
Lucifer como
fuente de todo
lo que
consideramos
“maligno” en el
mundo.
Una de las
tareas
celestiales de
Lucifer, cuyo
nombre mismo
significa “dador
de Luz” o
“portador de
Luz”, es
enseñarnos el
necesario lado
oscuro de la
vida. Lucifer es
la sombra que
revela la Luz
por contraste.
En muchos
sentidos no
podemos ver la
verdadera luz
sino después de
experimentar la
oscuridad.
Tendemos a no
valorar hasta
que no lo
perdemos y
volvemos a
recuperarlo
mediante nuestro
propio esfuerzo.
La parábola del
hijo pródigo
señala esta
peculiaridad de
la naturaleza
humana.
Esta
interdependencia
de luz y
oscuridad, de
alegría y pesar,
de bien y mal,
así como todos
los opuestos de
nuestro dual
sistema de
realidad, cede a
la comprensión
de que, dentro
de un contexto
mas amplio,
Cristo y Lucifer
son, si no
exactamente
complementarios,
miembros de
uanos
contemporáneos
comienzan a
abandonar el
concepto de que
existe un
verdadero
demonio.
Reconocen, una
vez mas, que
solo hay una
fuerza
omnipotente en
el universo.
Tal como lo
escribió el
poeta y filósofo
William Blake,
“El mal es solo
la privación del
bien, y cuando
el alma emerge
de esa ilusión
de mal, Lucifer
retoma su puesto
original entre
los grandes
arcángeles de
Dios..
Capitulo IV
Demonios
La palabra
"demonio" se
origina del
griego "daimon"
que significa
ser sobrenatural
de forma
maléfica. Los
demonios son
ángeles caídos,
los cuales
surgen o se
originan de dos
maneras; los
primeros que
"dejaron su
puesto celestial
y tomaron
mujeres de la
tierra y
tuvieron hijos",
de los cuales
nacieron los
Nefillium. Los
Nefillium fueron
gigantes
mutantes, los
cuales fueron
odiados por las
personas.
Consumian
grandes
cantidades de
alimentos,
animales,
reptiles , peces
y tomaban
sangre.
Eventualmente
comenzaron a
comer carne
humana. Fueron
destruidos por
Dios en el
Diluvio. Los
segundos, fueron
los que
desobedecieron y
se revelaron
contra Dios .
Satanás y un
tercio de los
ángeles fueron
expulsados del
Cielo a la
Tierra.
Los ángeles
caídos o
demonios, se
cree, son los
responsables de
la inmoralidad,
crimen,
desastres,
guerras, hambre,
enfermedades, y
todo lo negativo
que hace sufrir
a la humanidad
en la Tierra. Es
de conocimiento
que los demonios
pueden tomar
control del
cuerpo de algún
individuo y
poseerlo. Los
demonios son
llamados "Hijos
de la Oscuridad"
y "Espíritus
Impuros"(Hechos
5:16).
Algunos Demonios
Apollyon Es el
Ángel de los
Abísmos y de las
Sombras.
Artosael Demonio
que causa
problemas
visuales,
ceguera o
alucinaciones.
Asbeel (Desertor
de Dios) Un
Ángel caído. Se
dice que sedujo
a algunos
ángeles a
desobedecer a
Dios y los
convenció de que
se fijaran en
las mujeres de
la tierra.
Asmodeus Un
poderoso
demonio, es el
hijo de un
humano y un
ángel. Su fin es
la destrucción
de las personas
por medio de
odio, envidias y
calumnias. Uno
de sus fines es
la destrucción
del matrimonio y
de la iglesia.
Belzebú El
Regente de los
Demonios, es
también conocido
como El Señor
del Caos y El
Señor de las
Moscas (en
algunas culturas
se creia que las
moscas llevaban
las almas de los
impíos al
infierno)
También se cree
que él y Satanás
son lo mismo.
Barsafael
Demonio que
causa locura y
todo tipo de
problemas
mentales, para
aprovecharse de
la persona.
Oropel Demonio
que crea
ilusiones de
fortuna y dinero
fácil, creando
así el deseo de
lo ajeno y de
dinero mediante
el robo.
Mefistofeles
(Aquel que Odia
la Luz) Es el
ejecutador del
Infierno, un
demonio
destructor.
Lilith-Demonio
femenino. Se
piensa que fué
la primera
esposa de Adán.
Queriendo
dominar a este,
en vez de ser su
compañera,
perdió su lugar
como primera
mujer. Se cree
que ella fue la
madre de Caín.
Cuando Dios creó
a Eva, Lilith se
lleno de envidia
y se convirtió
en la enemiga de
Eva y de sus
hijas. De esta
forma pasa a ser
parte de los
demonios
uniéndose a
ellos, para
hacer el mal,
sobre todo a
mujeres. A las
hijas de Lilith
se les llama
Lilim. Según la
tradición , el
profeta Elias la
obligó a que le
revelara los
nombres que
utiliza para
engañar a la
humanidad sobre
todo a las
mujeres, algunos
de estos alias
son ; Kali, Kea,
Abeko, Satrina,
Podo, Partasah,
Talto, Ita y
Eilo entre
otros.
Capitulo V
Desde la
antigüedad más
remota, el
hombre ha creído
en la existencia
de una fuerza
buena y
todopoderosa, la
cual siempre es
amenazada por
una fuerza
maligna y
destructora. Un
buen ejemplo de
esto lo
encontramos en
la religión de
la antigua
Persia,
caracterizada
por la creencia
de una continua
lucha entre una
fuerza benéfica
creadora del
mundo, y otra
maléfica surgida
luego de la
creación del
mundo. Ormuz-Ahura
Mazda, el "dios
bueno" de los
campesinos y
ganaderos,
continuamente es
puesto en crisis
por Ahrimán, el
señor inspirador
de los
destructores del
ganado, de los
nómadas que
recurren a los
sacrificios de
animales, y que
quieren alterar
el orden del
mundo impuesto
por Ormuz para
que todas sus
criaturas vivan
en armonía.
Ahrimán envía al
demonio de la
sequía que reina
en el verano, el
cual puede tomar
la forma de
cualquiera de
los seres del
reino animal
(serpientes,
sapos,
escorpiones,
etc.). Las ramas
de las que se
vale Ahrimán
para corromper
el espíritu de
los campesinos y
ganaderos es la
mentira, la
malevolencia, la
libido
desbordada,
mismas que usa
para rebajar a
los seres
humanos a su
condición más
primitiva. Esa
polaridad entre
el bien y el
mal, es adoptada
por el
cristianismo, si
bien se afirma
que existió un
tiempo en que el
mal no existía:
este aparece con
la caída de los
ángeles rebeldes
quienes, al
convertirse en
demonios, se
sitúan en el
polo opuesto a
Dios y al bien.
Dejando a parte
esta esencial
diferencia,
existen muchos
puntos comunes.
Tanto en Persia
como en
Occidente, la
figura demoniaca
habita en un
reino distinto
al divino, y así
surge la noción
del reino
celeste y el
reino terreno;
en ambas
regiones se
empuja a los
justos a luchar
por la victoria
del bien, y se
habla de un
Apocalipsis que
significará la
derrota
definitiva del
mal.
Los demonios
persas fueron
transmitidos al
mundo cristiano
a través de
diversos canales
pero, sobre
todo, por el
gnosticismo,
conjunto
múltiple y
polifónico de
los "herejías"
que alcanzó su
máxima expansión
entre los siglos
I y II y que
perduró hasta el
siglo XIII, con
los cátaros o
albigenses del
sur de Francia y
los bogomilos de
Bosnia y
Bulgaria. Con el
fin de
simplificar la
compleja
filosofía del
gnosticismo, la
dividiremos en
dos vertientes.
Una afirma que
la creación del
mundo material
originó un
estado de maldad
primigenia,
provocado por el
demiurgo, ser
demoniaco
enemigo acérrimo
de la perfección
original. La
segunda maneja
la idea de que
el demurgo
también le abre
al hombre las
puertas de la
gnosis, es
decir, de una
vía que le
permitirá tener
un conocimiento
igual o mayor
que la de los
ángeles que han
creado las leyes
de este mundo.
La primera de
estas dos
vertientes pone
especial énfasis
en el concepto
del mal. La
segunda en
cambio,
considera
iguales al bien
y al mal, porque
ante la
eternidad no
tienen ningún
significado, y
considera al
Diablo como el
señor del
conocimiento.
Esta vertiente
hereda de la
Grecia clásica,
fue adoptada por
algunos hombres
del
renacimiento, y
más tarde por
los rosacruces y
francmasones en
Italia y Francia
durante los
siglos XVI y
XVII.
El nombre del
Diablo es el mas
popular, y la
palabra Demonio
viene de
daimones,
acompañantes
etéreos de los
griegos, que
podían ser
buenos, malos o
neutros. Los
antiguos hebreos
creían que , el
Diablo era un
solo ser, pero
ello no les
impedía
mencionar los
numerosos
demonios que
poblaban los
desiertos de
Judea, o
aquellos que
gustaban de
posesionarse de
los cuerpos de
cualquier ser
humano. Los
demonólogos del
Renacimiento
negaron que
existieran
muchos demonios,
afirmando que la
inmoralidad de
éstos hacía
innecesaria su
reproducción.
Con todo,
Alfonso de Spina
(1430-1491),
profesor de
Salamanca y
confesor de Juan
II de Castilla,
cifró el número
de ángeles
caídos en
exactamente un
tercio de loa
ángeles
celestiales, es
decir en la
friolera de unos
130 millones.
Poco después, el
médico alemán
Joann Wier,
contemporáneo
del doctor
Fausto y
discípulo de
Cornelius
Agrippa, hizo
otro cálculo
basándose en las
visiones de Juan
"el
evangelista",
intentando
sistematizar las
jerarquías de
los infiernos.
Según el
Pandemonium de
Wier, a las
órdenes de Satán
habrían 66
príncipes
infernales, cada
uno con 666
legiones al
mando de 6,666
demonios por
unidad.
Entre otros datos curiosos, el Pandemonium de Wier, afirma que Satán
fué derrotado por Belzebuth de su trono infernal y esta reducido
desde hace miles de años al papel político de jefe de oposición.
Wier es también el primero en describir con lujo de detalles la
jerarquía de la corte infernal. Afirma que el infierno es una
monarquía cuyo poder judicial es independiente del trono; que la
cancillería es más importante que todos los demás ministerios, y que
existe un departamento de gastos secretos, que incluye especialistas
en diversiones, juegos de azar, prostitución, arte escénico, etc., y
su lógica proyección del mundo de los vivos.
Volviendo al antiguo Diablo judeocristiano. Perverso y maligno, a
continuación se ofrece una lista de algunas de las manifestaciones
del llamado "Príncipe de las Tinieblas", que fueron elaboradas por
los especialistas a lo largo de varios siglos.
ABBADON: Jefe de los demonios de la séptima jerarquía y "Rey de las
Langostas" o "Gran Destructor" en el Apocalipsis de San Juan.
ASMODEO: El archidiablo y, según algunos autores, la antigua
serpiente que encandiló a Eva. Colin de Plancy lo describe como uno
de los demonios de más rancio abolengo, superintendente de las casas
de juego de los infiernos. Es uno de los grandes protagonistas del
juicio de Loudun. Según Alvaro Cunqueiro, fue amigo de Oscar Wilde
en una de sus últimas apariciones y responsable de "la gran
industria porno-europea" contemporánea.
ASTAROT: Antigua divinidad solar de los sidonianos y filisteosral
del infierno. En este mundo es protector de empresarios y banqueros.
Su figura es la de un ángel muy feo que emana un olor insoportable.
BALL: Adorado antiguamente por los caldeos y babilonios, y algunas
veces por los israelitas. Es el general en jefe de las fuerzas del
mal, la mayor potencia militar del infierno.
BAFORMET: Idolo de los templarios cuya forma (macho cabrío en la
cabeza y patas, mujer en pecho y brazos) aparece en el arcano
decimoquinto del Tarot, es decir el Diablo.
BELZEBUTH (o Belcebú): Príncipe del imperio satánico es el segundo
en jerarquía infernal, justo después de Satán.
BLEFEGOR: Es el demonio de los inventores, de los descubrimientos y
soluciones ingeniosas. Se representa con la boca siempre abierta, o
bien, con una figura femenina joven y bella con la vagina siempre
abierta.
LEVITHAN: , Gran almirante del infierno, consigue fama y honores a
los hombres y mujeres mundanos.
LILITH: Reina de los súcubos y la más antigua de las diablesas.
Según los antiguos hebreos y musulmanes, fué amante de Adán años
despues de que este se separara de Eva. Disfrazada de mujer alada,
se aprovecha de la noche para atacar a los niños y adultos, y adora
matar a recién nacidos.
LUCIFER: Emperador de los infiernos que antes de la Caída, fue el
mas bello y perfecto de todos los ángeles. Uno de sus títulos era el
de suma virtud y aún recibe el nombre de "Lucero del Alba". Por su
esplendorosa presencia, pero la hermosura es mas bien melancólica,
pues una sombra de dolor cubre su rostro.
NERGAL: Antigua deidad mesopotámica de carácter maligno, es para los
cristianos un diablo tenebroso, jefe de la policía infernal y primer
espía al servicio de Beczebú. En la tierra protege a los organismos
represivos y a las "fuerzas del orden".
SATÁN: Es el diablo por antonomasia, que como el Ahrimán persa,
sustrae, destruyéndola, la buena palabra sembrada por las
escrituras.
SIDRAGASO: Sólo tiene un poder; ninguna mujer puede resistirse a
desnudarse si el se lo ordena. Lo que luego haga la mujer corre por
cuenta del cliente, ya que Sidragaso no puede hacer nada para
ayudarlo. Para hacer con una mujer todo lo que se desee es mejor
invocar a "Satanachia", el gran general del infierno.
Capitulo VI
Las alusiones del Nuevo Testamento a una jerarquía en los ángeles,
con Miguel como arcángel jefe, están considerablemente desarrolladas
en las especulaciones de la literatura posbíblica judía y cristiana,
que también desarrolla la idea de los ángeles demoníacos o caídos
mencionados en el Génesis 6, que es el caso de Satán o Satanás que
es el ángel caído personificación e instigador del mal.
El término deriva del verbo hebreo "satan", que significa oponerse.
La traducción de los Setenta de "satan" por "diabolos" dio origen al
término diablo. Ambos términos se emplean generalmente como
sinónimos.
Satán es la personificación del mal y las cualidades negativas de la
humanidad.
Es entendido como tentador, impostor y mentiroso, como la causa de
los sentimientos y acciones inmorales y que tiene poder de muerte y
destrucción sobre los cuerpos y almas de los seres humanos.
En la literatura judía, Satán residía junto con otros poderes
demoníacos y negativos en la atmósfera inferior.
El cristianismo ha considerado el infierno, lugar de atroz tormento
debajo de la tierra, como el lugar que habita Satán.
El término Satán aparece por primera vez en el Antiguo Testamento,
donde significa inicialmente adversario u oponente y se puede usar
tanto para seres humanos como para ángeles.
En este último caso, el término describe una función similar a la
del fiscal en un tribunal legal.
Hacia el final del período del Antiguo Testamento, y especialmente
durante el período intercanónico, Satán llegó a ser más
estrechamente identificado con el mal.
Esta tendencia se debió probablemente a la influencia del dualismo
persa.
En el Nuevo Testamento la identificación de Satán con el mal
continúa y se fortalece.
A Satán se le entiende como opuesto a Cristo y es visto como una
fuente de tentación.
Existe también cierta especulación relativa a los orígenes de Satán
y discusión sobre su definitiva derrota escatológica que ha
comenzado con la muerte y resurrección de Cristo.
Otras muchas religiones cuentan con un concepto similar del mal
personificado.
Así, en el Corán encontramos los conceptos de "Shaytan" e "Iblis".
Estos dos conceptos cubren la mayor parte de los significados
contenidos en el concepto judeocristiano de Satán.
Las principales diferencias están en que Satán es acusado de
oponerse a la revelación divina y que la causa de su caída es su
negativa a inclinarse ante Adán.
Una personificación similar del mal se encuentra también en el
budismo en forma de "Mara".
Este ser posee muchas de las cualidades de Satán pero se diferencia
en que no es un ángel caído.
La maldad
comenzó con
la caída de
un ángel.
Este ángel
arrastro una
multitud de
otros
ángeles.
Leamos Apoc.
12: 4 "Su
cola
arrastraba
la tercera
parte de las
estrellas
del cielo y
las arrojó
sobre la
tierra. El
dragón se
puso de pie
delante de
la mujer que
estaba por
dar a luz, a
fin de
devorar a su
hijo en
cuanto le
hubiera dado
a luz".
* Es
dificilísimo
hallar la
razón del
por qué un
ángel de
Dios, sin
tentación de
afuera, y
viviendo en
la misma
presencia de
Dios, y que
debe haber
sabido la
diferencia
entre la luz
moral y las
tinieblas
morales,
escogió
estas
últimas.
Esto es algo
que los más
grandes
teólogos
jamás han
podido
solucionar.
* Hay algo
que debemos
puntualizar,
y hacerlo
claramente,
y es que,
acerca del
complejo
tema de la
caída de los
ángeles, es
imperativo,
a la luz de
lo revelado
acerca de
Dios, que
reconozcamos
la verdad
inmutable,
que Dios es
Santo y en
ningún
sentido es
El el
causante del
pecado
angélico, ni
indirecta ni
directamente.
* Es la
opinión de
una gran
mayoría de
teólogos que
estos seres
llamados
algunas
veces
espíritus
malos o
inmundos,
principados,
potestades,
gobernadores
de este
mundo,
maldades
espirituales
en lugares
celestiales,
etc. Son los
mismos
demonios (daimones).
En el mundo
espiritual
hay sólo un
diablo (diabolos)
y muchos
demonios (daimones)
Estos malos
espíritus
son
descritos
como
pertenecientes
al mismo
orden de ser
de los
ángeles
buenos. La
condición
original de
los mismos
era de
santidad, un
estado que
no
guardaron.
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